lunes, 8 de febrero de 2010

Evaluación en tiempos de cambio

En nuestra vida cotidiana continuamente emitimos juicios de valor sobre cosas o personas. Pero muchas veces emitimos estos juicios sin fundamentación y no nos percatamos del impacto que pueden tener sobre las personas.
Anteriormente la evaluación era vista desde el enfoque conductista como un medio de control sobre los estudiantes (Un estimulo para obtener una respuesta), “Si te portas bien y estudias, te voy a poner 10”, “Te voy a reprobar porque no pones atención”. Lamentablemente esto todavía se da en muchas escuelas y esta es la mentalidad de muchos profesores y directivos, recientemente lo escuche de un director en las jornadas de actualización docente.
Es triste escucharlo en esta época en la que estamos viviendo un cambio de paradigma donde el cognitivismo y el constructivismo destacan la importancia de la atención a las diferencias individuales, a la diversidad, a la incorporación de actitudes y valores, en la motivación del alumno para que construya su conocimiento.
Actualmente la evaluación es un agente de selección social, es decir, destinada a verificar el logro de ciertos requisitos, a fin de otorgar calificaciones o certificados, lo que le permitirá al estudiante acceder a cierto nivel social o a determinado trabajo.
Como profesores debemos cambiar este enfoque, debemos observar la evaluación como una herramienta que ayude a la formación de la capacidad crítica y reflexiva del estudiante. Una evaluación que fomente el aprendizaje autónomo, que retroalimente al alumno, muchas veces se dejan trabajos de entre 5 y 10 paginas que francamente a veces no da tiempo de revisar, y los alumnos se dan cuenta de eso, he escuchado comentarios “Voy a bajar un trabajo de Internet, al fin que el profesor ni lo revisa”, sin embargo cuando se revisan los trabajos y se hacen comentarios y observaciones el alumno puede ver cuales son las deficiencias del trabajo y las virtudes del mismo. Pienso que esto motiva al alumno a mejorar sus próximos trabajos, sobretodo si también se recalcan las virtudes, creo que a todos nos gusta que nos reconozcan nuestro trabajo.
El ver a la evaluación como un medio de clasificar a las personas es lo que nos infunde temor, el no acreditar el curso, el no poder certificarme, no tener la certeza de lo que sucederá en el futuro. Pero también debemos ver la evaluación, como la oportunidad de mejorar, el proceso enseñanza y aprendizaje, como de mejorar como personas.